INTERVIEWS FROM MIAMI: A DICTIONARY Ilillana Kancheva

Fui invitada por EX, asociación de arte electrónico y Experimental para una residencia de un mes en Miami. Llegué el 26 de septiembre de 2017. Fue extraño. Fue justo después de que pasara el huracán Irma y la ciudad estaba triste, definitivamente algo que no se esperaría de una ciudad como Miami. Mis anfitriones y casi todos los que conocí durante la residencia eran de la comunidad artística venezolana. Pasé todo el tiempo allí con ellos. No hablaba español y no todos hablaban inglés, pero realmente queríamos encontrar una manera de comunicarnos. Estaba tratando de adivinar lo que decían por su entonación, por su lenguaje corporal, por algunas palabras que podía captar, pero sobre todo estábamos usando el Traductor de Google. Aunque Google Translate ha mejorado mucho a lo largo de los años, nuestra comprensión era generalmente vaga y confusa. Era solo una idea general, un sentimiento distante del significado de lo que se había dicho. Literalmente, el cuerpo del lenguaje se estaba desmoronando, estaba fracturado y tan dañado que se estaba convirtiendo en algo completamente diferente: una sombra, el fantasma de un lenguaje. Me sentí perdida, en una bruma constante de pistas y signos, pero al mismo tiempo me sentí tentada y atraída para explorarla. Quería encontrar una forma, un sistema para reconstruir o al menos para hacer frente a este estado de comunicación, así que decidí crear mi propio diccionario.

Grabé cuatro entrevistas con artistas venezolanos, viviendo en Miami, en español e inglés. Compartieron sus sentimientos e historias personales sobre su arte, sobre dejar Venezuela y venir a Miami.

A partir de estas entrevistas, hice una lista de palabras clave que aparecen en las grabaciones y, al mismo tiempo, son importantes para comprender las historias, y las ordené alfabéticamente. Luego busqué con software automatizado en cada párrafo de las cuatro entrevistas donde aparecían esas palabras, extraje las frases y las coloqué junto a la palabra. Así, reestructuré, reorganicé y fracturé completamente sus historias en un intento de crear nuevos significados y nuevas relaciones entre ellas. Junto con sus historias, incluí las mías sobre mis propias experiencias en Miami, escritas en búlgaro.

Un diccionario es creado, por definición, para dar significado a las palabras. En este trabajo, eliminé el contexto detrás de los significados de esas palabras, dando paso a nuevas interpretaciones, organizadas por una influencia aleatoria entre ellas. Transformé una historia muy personal, privada y subjetiva en el cuerpo muy formal, objetivo e impersonal del diccionario.

Las historias están originalmente en tres idiomas: inglés, español y búlgaro. Todas las traducciones entre estos idiomas se hacen nuevamente a través de Google Translate, exponiendo su poder y limitaciones.

El trabajo consta de tres elementos: el libro de arte, el audio de las entrevistas originales y el video que grabé durante mi estadía, que captura el estado de ánimo de la ciudad y cómo lo sentí.