ÚLTIMO ESFUERZO INDUSTRIAL III Bosch & Simons

La serie Último Esfuerzo Industrial se inició en 2012 con un concierto en Sporting Club Russafa, Valencia, en el festival Nits d´Aielo i Art. La obra consiste en tres o cuatro motores eléctricos, sus reguladores de frecuencia, micrófonos de contacto y altavoces que amplifican las señales capturadas por los micrófonos. Estos no captan solamente ruidos mecánicos sino también interferencias generadas por radiofrecuencia causadas por la modulación por ancho de pulsos (PWM) que emplean los reguladores de frecuencia de los motores. Los motores están colocados encima de moldes de fundición, procedentes de la antigua industria férrea de Puerto de Sagunto, fundada a principios del siglo XX. Los moldes de madera sirven de peana y cámara de sonido a la vez. Juntos con los viejos motores de segunda mano con sus cajas de reducción y ruedas dentadas evocan la estética y sueños del movimiento futurista de hace un siglo.

En esos tiempos el diseño y control de sonido fue muy limitado mientras hoy en día apenas hay límites en la práctica de conciertos con portátiles en el escenario. Último Esfuerzo Industrial cierre la brecha entre estas dos épocas con simples y directos medios. Versión III se estrenó en la exposición A.N.T.,“Technological art and natures”, Galería Punto, 2015, más íntima y misteriosa que las versiones anteriores por su programa informático más fragmentario y imprevisible y por unos niveles del sonido apenas más altos que el sonido que sale de los motores sin amplificación.

Agradecimientos especiales a FCV Patrimonio Industrial Puerto de Sagunto por dejarnos unos moldes de fundición procedentes de su colección.

https://fcvsagunto.wordpress.com/

Las Máquinas Musicales de Bosch & Simons

“ En 1896, Nikola Tesla, uno de los más grandes genios de la era eléctrica, ajustó un pequeño motor oscilante a la viga central de su laboratorio en Manhattan provocando así una poderosa resonancia física que condujo a través del edificio y hasta el suelo, para causar un terremoto que hizo temblar edificios, y rompió cristales y tuberías en un área de doce manzanas. Tuvo que detener el motor a golpe de martillo. Tesla afirmó que podría calcular la frecuencia natural de la tierra y convertirla en una fuerte vibración utilizando un conductor bien ajustado de tamaño adecuado y en un lugar específico.” (*)

Este supuesto aún está vigente en nuestros proyectos vibratorios. Nuestro principal interés no es amplificar una sola frecuencia, sino crear un complejo sistema en el que varias frecuencias se influyen mutuamente, tan frágil que incluso la más mínima alteración puede ser capaz de provocar un resultado imprevisible. Y a lo largo de los equilibrios inestables, del orden y del caos, existe el elemento del sonido. La fuerza pura del sonido y el sonido en su más pura manifestación (música) siempre serán parte integral de todas nuestras instalaciones.

(*) De: ‘The Sound of One Line Scanning’ de Bill Viola en Sound by Artists, Walter Phillips Gallery, Banff, Canada,1990, p.43

Fuente: www.boschsimons.com