Ocupar la escucha
I Muestra de Arte Sonoro de Talavera de la Reina
Los miembros de la asignatura de Arte Sonoro y Creación Radiofónica de la Escuela Municipal de Música y Danza presentan Ocupar la escucha, I Muestra de Arte Sonoro de Talavera de la Reina, una propuesta pionera en Talavera con vocación de continuidad. La muestra, abierta al público a partir del 25 de junio y durante los meses de julio y agosto de 2015, reúne un conjunto de instalaciones e intervenciones sonoras, producidas ex profeso para el espacio de El Salvador, que reflexionan sobre los procesos de escucha y de expresión en los espacios públicos, privados e íntimos.
El término Arte Sonoro aparece por primera vez en 1983 y se extiende paulatinamente como categoría artística que aglutina un conjunto de prácticas heterogéneas (instalaciones sonoras, esculturas sonoras, paisajes sonoros, música experimental, performances, arte radiofónico o poesía fonética, entre otros) derivadas de la confluencia entre propuestas plásticas y sonoras. Si bien esta denominación, se generaliza como categoría estética durante los primeros años de la década del 2000, su práctica se remonta a los años 60 y 70, momento en que propuestas artísticas como la apertura al campo general de estímulos acústicos que promueven los músicos experimentales; la socialización de las prácticas artísticas de la Internacional Situacionista o la imbricación entre arte y vida del movimiento Fluxus; las dinámicas relacionales de las instalaciones del postminimalismo en las artes visuales y la desmaterialización del objeto artístico del arte conceptual, sumadas al uso extendido de las tecnologías de grabación y reproducción del sonido, provocan una disolución de las tradicionales nociones de arte y de música.
Las piezas que componen esta muestra se enmarcan dentro de la tradición de la instalación y la intervención sonora. Son obras desarrolladas entre lo sonoro, la arquitectura, la escultura y las prácticas new media, y así como la música o la poesía fonética organizan los eventos sonoros en el tiempo, estos trabajos organizan el sonido en el espacio, procurando una nueva conciencia del lugar, una transformación del espacio a través del sonido.
Nuestro trabajo parte de la reflexión en torno a las nociones del dentro y el afuera, particularizada en los dominios de lo público y lo privado, no ya como espacios abstractos y estáticos que contendrían de forma neutral lo que aparece o sucede, sino como espacios social y simbólicamente connotados, como complejos de flujos y relaciones, de necesidades y valores que el cuerpo y el ciudadano interiorizan.
Obras como Escucha furtiva, Voz al borde de la palabra o De cajón, parten de materiales sonoros propios de una intimidad irreductible. En la primera de ellas, la propuesta estética deriva de la misma naturaleza de su objeto -nunca aprehensible del todo-, obligando a la escucha y al cuerpo mismo a una percepción incómoda. En el púlpito de la antigua iglesia, lugar por excelencia del discurso, se sitúa Voz al borde de la palabra, una intervención sonora en la que el lenguaje ha sido despojado de su funcionalidad, quedando únicamente aquéllas expresiones de duda, inseguridad, empatía o asertividad que denotan un cuerpo. De cajón es la única instalación objetual de la muestra. Aquí, un cajón oculta, no ya el desorden de los objetos cotidianos sino dos temporalidades opuestas: el ritmo cronométrico, equidistante e indiferente del reloj frente a la temporalidad corpórea y singular de la respiración.
Dos de las obras que presentamos ponen en juego una estrategia de dislocación espacial, se trata de Casa y Time Piece “El Salvador”, Homenaje a Max Neuhaus. La primera de ellas procura un desplazamiento del ámbito privado al espacio público, la segunda, tomando la estructura de relojes silenciosos que el artista texano desarrolló en su serie de Moment Pieces, pone en conexión el dentro y el afuera del edificio cada 15 minutos.
Desde el espacio virtual de la red, …se hace camino al hablar ofrece un mismo recorrido por la ciudad realizado por diferentes personas con el imperativo de no dejar de hablar; una percepción poliédrica de un mismo trayecto que bajo la narración forzada traduce la mirada en voz y pone de relieve los procesos de interpretación y de redefinición constante que se dan entre el individuo y su entorno. Si en esta pieza tanto los materiales como los procesos se vuelcan netamente al exterior, la última intervención sonora que presentamos interior-interior (interior), como su propio nombre indica, opera un movimiento opuesto. Situada en una de las capillas laterales, la obra es un espacio replegado sobre sí mismo. El sonido de la estancia vacía y en silencio, fue grabado y vuelto a proyectar sobre ese mismo espacio una y otra vez, enfatizando los modos propios de resonancia de la sala.
Integrantes del Colectivo de Creación Radiofónica:
Paula Cano, Manuel Fernández, José David Heras, Javier Llamas, Antonio Luchoro, Carlos Jiménez, Sebastián Rubio y Pablo Rubio.
Profesores y comisarios de la muestra:
Ruth Abellán y Omar Felipe